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Los sabores de la primavera

¡Deguste Languedoc en primavera! Es la época de los mercados tradicionales, con sus colores, aromas y sabores afrutados y azucarados. Es la época de los sabores dulces y los placeres frescos.

Puede disfrutar de infinitas especialidades en familia o con amigos, en las terrazas o al aire libre. En el sur de Francia abundan los productos de temporada, desde el interior hasta la costa.

El Pélardon

Pélardon (cheese) of Languedoc © Photothèque Hérault Tourisme

Este queso pequeño de leche de cabra cruda, con denominación de origen protegida, es un producto puro de la garriga de Hérault. Gracias a los saberes tradicionales de los productores y a la variada alimentación de los rebaños, cada Pélardon es único. Tanto en estado fresco de 11 días como con 30 días de maduración, presenta una textura fina y fundente, un sabor fino y equilibrado de aromas florales, caprinos y vegetales, con un toque de avellana. El Pélardon es especialmente sabroso en la primavera, cuando la hierba está verde y tierna, y en el otoño, cuando las cabras disfrutan de un prado joven, lleno de aromas y dulzor (castaña, avellana).
Se puede degustar untado en una rebanada de pan con una hojita de albahaca y un chorrito de aceite de oliva, o gratinado con miel de acacia sobre una ensalada de manzanas reinetas,
o también en la tarta de tomate.
En la feria “Comédie des Cévennes”, celebrada a principios de marzo en la place de la Comédie de Montpellier, se rinde homenaje al Pélardon y otros productos de Cévennes.

La Gariguette

Gariguette: strawberries of Languedoc © Photothèque Hérault Tourisme

Esta variedad precoz de fresa simboliza el regreso del buen tiempo. Se trata de una fresa silvestre o del bosque muy apreciada desde tiempos remotos, ya fuera por los romanos o en la Ilustración. Está presente en los mercados desde el principio de la primavera hasta el final del verano. La Gariguette se cultiva en las fértiles tierras de Mauguio, mientras que su hermana, la “Mara des bois”, crece sobre todo en el valle del Orb al pie de Haut-Languedoc. Elija las más rojas y brillantes, firmes y aromáticas. Esta fruta se aprecia mejor en su estado natural.

La miel de romero

El aroma que envuelve la miel de romero, cosechada a finales del mes de abril, recuerda lo mejor de la garriga silvestre y azulada. Esta miel clara y untuosa, muy poco común en Francia, se caracteriza por un buqué fino y aromático. Los romanos la consideraban la mejor miel del mundo. En la cocina combina muy bien con el queso de cabra Pélardon, típico de Cévennes.

Les cerezas del valle del Jaur

Cherries of Languedoc © Photothèque Hérault Tourisme - Julie Noclercq

El valle del Jaur, en el Haut Languedoc, alberga numerosos cerezales. Todas las variedades crecen en laderas orientadas al sol, protegidas de los vientos fuertes, principalmente en los alrededores de Mons la Trivalle. En abril, su espléndida floración anuncia la llegada de la primavera. Se cosechan con el máximo esmero desde mediados de mayo hasta julio. Primero llega la Burlat, de color rojo oscuro casi negro, una de las mejores cerezas de mesa por su carne jugosa y azucarada. En julio aparece la sorprendente cereza amarilla Napoléon, seguida de la Reverchon, rosa y amarillenta. Para degustar muchas otras variedades, visite la fiesta de la cereza organizada a principios de julio en Mons la Trivalle,
donde se dan cita todos los pequeños productores del valle.

Los espárragos trigueros

Asparagus of Languedoc © Photothèque Hérault Tourisme

Los primeros espárragos trigueros aparecen desde mediados de febrero en las laderas de la garriga expuestas al sol. Se cosechan hasta mediados de abril. Los menos valientes encontrarán esta verdura en los mercados. Tienen un color verde claro o violeta. Algunos se encuentran a ras de suelo, mientras que otros llegan a crecer más de un metro. El espárrago triguero, escaldado y decorado con perejil, es el rey de la tortilla mediterránea,
una delicia de temporada.
Aproveche la primavera para coger los frutos, las flores y las hortalizas de temporada en el campo del
Domaine de Caillan.

La telina

Este pequeño molusco bivalvo es cada vez más escaso. Tiene un sabor de yodo, salado y dulce a la vez. La telina es prima de la almeja, muy apreciada entre nuestros vecinos españoles e italianos. Vive a orillas del mar bajo varios centímetros de arena húmeda. Los languedocianos la degustan en aperitivos o entrantes, apenas abierta con un poco de ajo y perejil, todo ello regado con un Picpoul de Pinet blanco.